El arnés de seguridad es un equipo de protección personal (EPP) indispensable para asegurar la integridad de los trabajadores que realizan tareas en altura. Su uso correcto y un mantenimiento adecuado son clave para prevenir accidentes y reducir riesgos. A continuación, se detallan los pasos esenciales para colocarse correctamente un arnés de seguridad, así como información importante sobre su vida útil.
Cómo colocarse correctamente el arnés de seguridad
- Inspección previa: Antes de utilizar el arnés, realiza una inspección visual minuciosa. Verifica que las cintas, hebillas y puntos de anclaje no presenten desgastes, cortes, roturas o cualquier otro tipo de daño.
- Desenredar el arnés: Asegúrate de que las correas estén completamente desenredadas y rectas, sin vueltas.
- Preparación: Coloca el arnés sobre una superficie plana, identificando la parte frontal, trasera y las perneras.
- Colocación: Introduce los brazos en las aberturas correspondientes, como si te pusieras una chaqueta, y ajusta la parte dorsal detrás de tu cuello. Asegúrate de que el punto de enganche dorsal quede en la parte superior de tu espalda.
- Ajuste de correas: Ajusta las correas de hombros, pecho y perneras para que el arnés quede bien ajustado a tu cuerpo. Las perneras deben permitir libertad de movimiento sin estar demasiado apretadas o sueltas.
- Cierre y ajuste final: Cierra la hebilla del pecho y las demás hebillas necesarias. Realiza un ajuste final asegurándote de que el arnés se ajuste cómodamente, permitiéndote moverte sin que quede suelto.
- Revisión final: Solicita a un compañero que verifique si el arnés está correctamente colocado y ajustado.
Vida útil y caducidad del arnés de seguridad
La caducidad de un arnés de seguridad es crucial para garantizar la protección del usuario. Los fabricantes suelen recomendar una vida útil de entre 4 y 6 años desde la fecha de fabricación, siempre que el arnés haya sido almacenado en condiciones adecuadas antes de su uso.
Es importante destacar que la duración del arnés puede verse afectada por factores como el uso intensivo, la exposición a productos químicos, el desgaste físico o condiciones ambientales extremas. Por lo tanto, además de considerar la fecha de caducidad, si durante las inspecciones regulares se detectan signos de daño o deterioro, el arnés debe retirarse inmediatamente de servicio, independientemente de su antigüedad.
